Muchos os preguntáis en que consiste hacer una ITE de un edificio. La explicación más sencilla que damos la mayoría de arquitectos es la siguiente: “Es como la ITV pero para los edificios”.
La definición es sencilla pero lamentablemente estamos a años luz de hacer algo así. Los compañeros que inspeccionan vehículos tienen todo un manual publicado por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo para proceder según sea el tipo de vehículo, tienen estaciones con toda una serie de maquinaria que ensaya las cuestiones fundamentales a la hora de circular y los sujetos a investigar acuden a su morada y no al revés.
Obviamente los edificios no se pueden meter dentro de cabinas y zarandearlos un poco a ver que pasa, ya nos gustaría, el problema es que ni siquiera suele ser factible hacer ensayos o pruebas que garanticen el estado básico de los inmuebles. Dile tú al vecino del 6ºD que quieres picar un falso techo a ver si esa viga sufre de carbonatación o no.
Llegados a este punto tenemos dos opciones, o nos compramos unos rayos láser que nos permitan ver más allá de falsos techos, revestidos, molduritas y demñas acabados o le echamos imaginación.